El reto de la accesibilidad web

El reto de la accesibilidad web
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Vivimos la era de la transformación digital. Todo pasa hoy en día por Internet. Un mundo digital de dimensiones inabarcables, en constante evolución y cuya proyección es inestimable. Tenemos el mundo a golpe de Click, pero uno de los principales retos de esta era es lograr que el 15% de la población mundial que padece algún tipo de discapacidad y las personas de la tercera edad, sean partícipes también de las ventajas y oportunidades que ofrece, eliminando las barreras en los contenidos que se trasladan al ámbito digital a través de la web.

En este sentido, la accesibilidad web pasa por la acción de sus tres participantes. Cada uno desde su rol y los tres igualmente importantes y complementarios. Para los desarrolladores, la tarea consiste en la elección de herramientas de autor que posibiliten el desarrollo de espacios accesibles, ATAG (Authoring Tool Accessibility Guidelines).  Para los propietarios web o creadores de contenidos, el reto está en decidir que sus contenidos sean accesibles, adoptando las directrices de WCAG 2.1 (Web Content Accessibility Guidelines) que se ha convertido en una especie de ISO en materia de accesibilidad web a nivel mundial y que recomienda subtitular con contenidos audiovisuales o generar textos alternativos para los lectores de pantallas.  A partir aquí, corre a cargo de los usuarios web, disponer de productos de apoyo, como el teclado braille, lectores de pantallas o softwares que les permitan decodificar los mensajes web salvando las dificultades de su discapacidad.

De esta forma, debemos ser conscientes de que gran parte de la responsabilidad recae en los desarrolladores y generadores de contenidos, para conseguir lo que la  Directiva (UE) 2016/2102 del Parlamento Europeo, sobre la accesibilidad de los sitios web y aplicaciones para dispositivos móviles de los organismos del sector público define como los cuatro principios de la accesibilidad:

Perceptibilidad, para que la información y los componentes de la interfaz de usuario se presenten a este de manera que pueda percibirlos;

Operabilidad, entendida como que los componentes y la navegación de la interfaz de usuario deben poder utilizarse;

Comprensibilidad, en el sentido de que la información y el funcionamiento de la interfaz de usuario deben ser comprensibles.

Robustez, con contenidos que puedan ser interpretados de forma fiable por una gran variedad de agentes de usuario, incluidas las tecnologías de asistencia.

El marco legislativo en esta materia, del que este artículo de Olga Carreras ofrece una completa recopilación, persigue garantizar que los sitios web y las aplicaciones para dispositivos móviles de los organismos públicos sean accesibles, a través de requisitos comunes de accesibilidad y medidas adecuadas para el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones, a las tecnologías y los sistemas de información y comunicación, máxime cuando ofrecen servicios y/o trámites digitales a los ciudadanos.

Pero no solo el sector público están obligados a la accesibilidad web. Las empresas que reciben fondos públicos para sus portales también. Corporaciones con más de 100 trabajadores, o cuya facturación supere los 6 millones de euros deben ofrecer web sin barreras. Además, existe una clasificación de otras ocho categorías de relevancia económica obligas por Ley a ser accesibles. Estos son, los servicios de comunicaciones electrónicas a consumidores, servicios financieros, de suministros básicos, agencias de viaje, transporte de viajeros y actividades de comercio al por menor.

Desde la Responsabilidad Social

Al margen de si estamos, o no, obligados a hacer web accesibles ¿Por qué no comenzamos ya?. Sería deseable aprovechar estas directrices, para aplicarlas como parte de la política de Responsabilidad Social Corporativa. Debemos hacerlo por convicción y compromiso social. Pero sin perder de vista que eliminar barreras digitales, aumentaría la cuota de mercado y audiencia de tu página. También mejoraría el posicionamiento en resultados de búsquedas, trayendo potenciales clientes. Una economía online inclusiva y accesible generaría en definitiva activación económica y creación de empleo.

Así que, aún estamos a tiempo de ampliar nuestros propósitos de 2019 para incluir la accesibilidad de nuestras web. Y, ¿por qué no?, perseguir certificaciones en esta materia. En Freshcommerce, aunque es complejo, trabajamos día a día por incluir estos criterios en los proyectos que desarrollamos, porque creemos en la definición de Tim Berners-Lee, Director del W3C e inventor de la World Wide Web “El poder de la Web está en su universalidad. El acceso por cualquier persona, independientemente de la discapacidad que presente, es un aspecto esencial”.

Fuentes: Olga Carreras | IDEE | Universidad de Alicante | W3C